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Decenas de iniciativas de la región participaron de la experiencia “Mide lo Que Importa” (MQI), de Comunidad B Antofagasta. Una instancia donde las empresas y/o emprendimientos miden sus buenas prácticas y profundizan en temáticas relacionadas con el Triple Impacto como son medioambiente, modelos de negocio con propósito y comunidad.
Esta propuesta impulsada por Sistema B Chile, GEDES, Grupo Cerro, SQM y el Comité Corfo Antofagasta, se realizó en el marco del proyecto Comunidad B, con el objetivo de expandir el alcance y conocimiento de los participantes en conceptos y metodologías asociadas al Movimiento B y profundizar en el camino hacia el triple impacto en empresas de la Región de Antofagasta.
Desde agosto hasta la fecha, se efectuaron diversas sesiones de trabajo en donde se ejecutaron talleres en las áreas de la Evaluación de Impacto B: Gobernanza, Trabajadores, Comunidad, Clientes, Medioambiente y Modelo de Negocio de Impacto.
Elsa Sierralta, facilitadora del Programa MQI y miembro del Grupo Motor de la Comunidad B Antofagasta, comentó que “este programa es una herramienta tremendamente potente que ayuda mucho a las personas a darse cuenta qué prácticas de mejoras podrían incorporar en sus organizaciones, de esta forma, les ayudó un poco a abrir la mente y darse cuenta de todo lo que pueden hacer”.
Destacar que las empresas de la Región de Antofagasta tienen prácticas de gestión que les permiten generar impactos positivos, lo que es bastante bueno”, agregó.
MEDICIÓN
En estos talleres de medición participaron invitados de impacto para dar a conocer su experiencia en el Movimiento B y educar sobre diversas temáticas relacionadas con cada área de evaluación. Los invitados fueron Claudio Brinkmann, co-fundador de la Empresa B Maihue; Yuri Rojo, director de Valor Social, Minería e Industria Ideas B y Leslie Plaza, de la empresa Redimir, entre otros.
Los asistentes también pudieron aprender sobre la expansión de sus empresas a través de actividades de difusión y transferencia tecnológica para aportar valor diferenciador al desempeño productivo, competitividad y redes. Además, contaron con una jornada de soporte para reforzar algunas de las temáticas más importantes y despejar las dudas de los participantes.
La participación final de la primera etapa contó con 28 empresas, de las cuales 10 continuaron hasta la segunda etapa.
Para finalizar el trabajo realizado por las empresas participantes se realizó una ceremonia online de cierre donde se dieron a conocer los resultados finales del programa y los próximos pasos para ser parte de la Comunidad B de Antofagasta.
EXPERIENCIAS
Para Mauricio Torres Olmos, cofundador de Te Apoyo SpA, quien posee una startup de “bienestar financiero” en la región, “desde nuestro nacimiento siempre pensamos en generar, además de valor económico, impacto en lo social y medioambiental. Nos informamos de lo que era ser una Empresa B y nos gustó mucho el enfoque. La experiencia nos pareció muy buena, de mucho aprendizaje y de trabajo práctico”.
“La expectativa nuestra era solo aprender de qué se trataba, pero nos encontramos con talleres prácticos que nos permitió interactuar con la evaluación, trabajando las distintas dimensiones, sobre las preguntas, los procesos, para terminar de lleno con la matriz de priorización y la ficha donde planificar las mejoras de nuestra empresa”, agregó.
Asimismo, Boris Aguilera, gerente general de Fulcro ABC, que es un centro, evaluación y certificación de competencias, esta instancia ayudó para aclarar y despejar dudas sobre los estándares de una empresa de clase mundial.
“Nosotros tenemos varias iniciativas y compromisos de índole social, somos autosuficientes en materia energética, contamos con la Norma 3262 sobre Igualdad de Género, pero hacíamos las cosas de manera dispersa, entonces con este programa nos quedó claro cómo sistematizar todo esto en un solo plan de trabajo, con una sola estructura para seguir avanzando a ser una empresa moderna y visionaria”, mencionó.
COMUNIDAD B
Comunidad B es un equipo interdisciplinario que busca impulsar el Movimiento B en la zona, que cree en el éxito colaborativo y trabaja por una economía responsable con su entorno, el medioambiente y la sociedad.
La iniciativa busca incorporar a la economía regional una visión de éxito corporativo que no pase solo por la búsqueda de rentabilidad, sino por un balance de triple impacto que considere tanto el desarrollo económico, como la mirada social y el impacto ambiental.
Para alcanzar este objetivo, se han efectuado en nuestra ciudad una serie de acciones de difusión y actividades de transferencia tecnológica que tienen como fin entregar las herramientas que faciliten la incorporación de esta nueva visión en el ecosistema regional.
La Comunidad B en Antofagasta se enmarca en los modelos y metodologías asociadas a Sistema B, una organización sin fines de lucro presente en 10 países de América Latina, que trabaja para construir una nueva economía donde el éxito en los negocios y los beneficios financieros incorporen en igual medida el bienestar social y ambiental.
