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Se estima que el déficit de conductores profesionales en Chile asciende a los 20 mil, según cifras del Automóvil Club de Chile, situación que se vio agravada drásticamente el 2021, debido a la pandemia, que generó nuevas condiciones de mercado.
Lo anterior, ha generado muy altas exigencias para las empresas de transporte, las que han debido buscar rápidamente nuevas fórmulas de atracción y reclutamiento, con las cuales intentar cubrir la gran necesidad de conductores profesionales que experimenta el mercado actual.
En lo inmediato, las empresas del rubro han debido hacer que sus sueldos sean más atractivos, al igual que los viáticos diarios y, además, ampliar la oferta de beneficios que ofrecen a sus conductores.
“La pandemia llevó a que las personas y empresas prefirieran métodos de compra más seguros y con el menor desplazamiento (el producto debe llegar hasta el cliente y no al revés), lo que aumentó fuertemente la demanda por servicios de transporte. Asimismo, la alta demanda mundial de materias primas como el cobre, impulsó la activación de proyectos mineros, que necesitan permanentemente transportar carga. A todo esto, se suma la reapertura post pandemia en todo ámbito”, explica Andrés Quintanilla, Gerente Corporativo del Grupo Artisa, el fenómeno que ha generado un déficit de conductores.
Por ello, diversos actores de la industria del transporte han alertado sobre esta situación que estaría generando bruscamente nuevas exigencias y fuertes complejidades en la operación y funcionamiento de procesos tan críticos para la economía, como lo es el transporte de pasajeros y de carga.
En el caso del Grupo Artisa, esta empresa ya ha seleccionado y contratado un importante número de conductores profesionales este año, pero aún necesita a la brevedad, 100 conductores más para sus distintas faenas y servicios. Y el proceso no es fácil, ya que los perfiles son muy específicos, con alta valoración de la experiencia y de la especialización. “Esto implica que la selección de un conductor profesional contempla varias exigencias de diversa índole (sicolabolares, técnicas, prácticas, etc.) y, además, de salud compatible con las diversas condiciones de rutas y faenas en las que deberá desenvolverse el conductor”, explica Andrés Quintanilla.
Aún más complejo es para un sector vital de la economía nacional: la minería. En este caso, se trata de condiciones de especial exigencia, dado que las rutas exigen respeto estricto de todos los protocolos de seguridad, además de destreza, dominio y conocimiento técnico cabal del camión y de su batea o acoplado y también del tipo de carga a transportar. Estas rutas están emplazadas en altura y tienen condiciones climáticas variables y más exigentes.
