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«Llegó el momento de la despedida. Quiero agradecer a cada una de las personas que integraron Cobreloa este 2022. No fue el final que esperamos en lo personal y grupal, pero nos vamos con la frente en alto, mirando a los ojos a todos y tranquilos de haber dejado literalmente en mi caso la vida por lograr lo que todos queríamos», señaló a través de su cuenta de Instagram el ahora exdelantero naranja, Roberto Gutiérrez.

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«Fuimos lo más profesional dentro y fuera de la cancha que pudimos. Intentamos apoyar a los más jóvenes desde el día uno en lo que necesitarán para que este año pudieran ser importantes en esta campaña, por devolver la conexión del plantel e hinchada este año, y hacer un tremenda campaña futbolística», añadió el jugador de 39 años.

«Fue un gran desafío que tomamos en lo personal y familiar este 2022. El año comenzó muy difícil, incluso, teniendo a nuestra hija con apoyo profesional porque extrañaba demasiado a su familia. Pero en lo personal terminar jugando en la altura, casi todos los minutos, me deja muy tranquilo al igual como mi señora e hija haber terminado con un lindo grupo de amistades que conocimos en el colegio de Maite», apuntó.

«Me voy agradecido de todo Calama y Dios les permita muy pronto estar en el lugar que merecen ya que gracias a él me permitió tener el privilegio de jugar y conocer la realidad de este gigante. Dicen que a Calama llegas llorando y también te vas llorando. Nosotros como familia podemos decir que los extrañaremos mucho y tendrán un lugar en nuestros corazón. Gracias Cobreloa, gracias Calama», agregó el «Pajaro».

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Finalmente, expuso que «se viene un nuevo año y quiero desearles lo mejor a todos. Gracias por el cariño a toda la gente que me escribe y me ha apoyado siempre en toda mi carrera, gracias totales».

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Proveniente de Santiago Wanderers, el volante nacional de 21 años, Martín Villarroel, se transformó en una de las nuevas incorporaciones de Cobreloa de cara a la temporada 2023. El mediocampista defensivo arriba con muchas expectativas a la escuadra naranja donde asegura espera conseguir grandes cosas.

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“Llegar a Cobreloa es algo muy importante, porque es un club con una historia muy grande, que se caracteriza por muchas cosas, y me gustaría ser parte de esa historia que conlleva el club y conseguir logros muy importantes a nivel grupal como nivel personal. Me motiva llegar a un club como este, que el año pasado estuvo ahí para ascender, y quiero lograr grandes cosas con Cobreloa”, comentó el jugador que llega a préstamo por un año con opción de compra, y que es hijo de un otrora futbolista, Moisés Villarrroel.

“Ser hijo de un ex futbolista siempre va a ser una carga, pero no es una responsabilidad, no siento responsabilidad por eso, sino que yo estoy forjando mi propio camino, yo estoy ya creando mi nuevo nema en el futbol, entonces estoy logrando cosas y quiero ser conocido por mí”, argumentó el volante que describió su estilo de juego, y aprovechó de enviar un mensaje a la hinchada naranja.

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“Mis principales características son de un juego aguerrido, bien posicionado, de distribuir bien el balón, de mucha recuperación. Y a la hinchada les pido que nos sigan apoyando como siempre, que crean en nosotros, que nunca vamos a dejar de luchar, y que vamos a lograr grandes cosas”, cerró finalmente.

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Tres veces campeón del mundo y bicampeón de la CONMEBOL Libertadores, un gran artista con el balón y un representante del talento sudamericano. El Rey Pelé dejó su reinado terrenal para pasar el umbral hacia lo eterno, inmortalizando su magnífica trayectoria como uno de los mejores jugadores del planeta.

Un extraordinario jugador que maravilló los ojos de propios y extraños, elevando al fútbol sudamericano hasta el peldaño más alto de la esfera mundial. Nacido en Três Corações, en el Estado de Minas Gerais – Brasil, en el año 1940. Su padre, João Ramos do Nascimento ‘Dondinho’, fue un exjugador que dejó el fútbol debido a una lesión en una de sus rodillas. Su hijo le prometió ganar un mundial y lo consiguió en tres oportunidades: Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970, anotando 12 goles en 14 partidos.

Pasaron 13 años de una imagen a otra. Pelé maravillando al mundo con tan solo 17 años, en el comienzo de una leyenda, llorando en los brazos del experimentado arquero Gilmar y Brasil dando la vuelta olímpica con la copa Jules Rimet. Y a los 30, en México, aquel niño volvió a levantar ese mismo trofeo que ya era de su propiedad, convirtiéndose en el mejor jugador de ese mundial. Toda una generación disfrutando de su magia.

Con 77 goles en 92 partidos entre 1957 y 1971 sigue siendo el vigente mayor goleador de la historia de la selección de Brasil, donde es uno de los íconos más grandes y que será recordado hasta la posteridad. Además, alcanzó la Gloria Eterna con su amado Santos FC, en los años 1962 y 1963. Una gran trayectoria de un genio, un virtuoso y talentoso del balompié mundial. Esto es solo un fragmento de la sublime carrera de Pelé, premiado como el Mejor Futbolista del siglo XX por la FIFA y como el Mejor Deportista del siglo XX por el Comité Olímpico Internacional. El fútbol llora su partida, la pelota denota una aguda nostalgia; sin embargo, vuelven a la vida a rememorar todas sus proezas, todas sus gambetas y todas sus destrezas.  Un deportista de élite que sin duda apostó a Creer En Grande y lo logró.

Crédito: CONMEBOL.com