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En una acción que denota su compromiso con la comunidad, un grupo de integrantes del Área de Chancado Secundario y Terciario de la División Chuquicamata, tomó la iniciativa de apadrinar a la Escuela San Francisco de Chiu Chiu, con el objetivo de brindar apoyo continuo en las diversas actividades que lleva a cabo esta institución educativa.
El primer encuentro tuvo lugar en estos días previos a la Navidad, ocasión en la que cuatro profesionales del área llegaron cargados de dulces y regalos para los estudiantes de 3º y 4º Básico. La sorpresa fue recibida con gran entusiasmo y agradecimiento por parte de las y los alumnos, quienes expresaron su felicidad por el gesto.
«Maravilloso, porque fue como una sorpresa increíble. Nos dieron dulces, nos dieron regalos y lo agradezco mucho», expresó Sofía Panire.
En tanto, el alumno Bayron Anza, también del 4º Básico, compartió su emoción a través de un significativo mensaje: “Ojalá que tengan una bonita Navidad, y que esta fiesta no se trata de los regalos, sino de estar tiempo con la familia y entregar amor”.
Como retribución, los supervisores fueron recibidos con bailes, música andina y palabras de agradecimiento, creando un ambiente festivo y generando un impacto emocional significativo en los presentes.
«Creo que Dios, la vida y el trabajo nos da tantas razones para ser felices. Llegamos a un lugar donde nos recibieron con los brazos abiertos; se siente emoción de hacer esto, y espero que muchos más se puedan sumar junto con nosotros», reflexionó Marco Díaz, operador especialista del Área de Chancado Secundario y Terciario.
Por su parte, la ingeniera de Excelencia Operacional, Sofía Vega, destacó la importancia de involucrarse con comunidades más alejadas de Calama y expresó: «Es una forma de retribuir a esta tierra que nos da tanto y también hacer partícipes a comunidades que muchas veces quedan un poco fuera de este tipo de acciones».
En la misma línea, el ingeniero de Mantenimiento del Chancado Secundario y Terciario, Rodrigo Mancilla, compartió sus sentimientos: «En lo personal es una emoción muy grande, es una sensación que no se siente todos los días. Es muy satisfactorio poder ver la sonrisa de las y los niños y poder hacer un impacto positivo en la comunidad».
Dado que este encuentro tuvo lugar al finalizar el presente año, se estableció un lazo que se extenderá al menos durante todo el 2024. Mónica Espinoza, profesora de la Escuela San Francisco de Chiu Chiu, anticipó futuras actividades, tanto formativas como recreativas. «El sello de nuestra escuela es la interculturalidad, por lo tanto, en el año tenemos muchas actividades, fiestas y costumbres de nuestra comunidad. Así es que el acercamiento que vamos a tener va a ser para el Día del Alumno/a, Día del Niño/a y cuando tengamos floreamiento de los animales y pago a la tierra», explicó.
En este sentido, Luis Salinas, jefe de unidad Chancado Secundario y Terciario, reafirmó el compromiso del grupo de supervisores: «Esperamos que el 2024 vengamos a más fiestas y a apadrinar a la escuela completa. Así que invito a las superintendencias de Operaciones y Mantenimiento de la Concentradora que se unan a esta causa y que podamos apadrinar en conjunto a esta escuela».
Esta iniciativa refleja el compromiso de la División Chuquicamata con las comunidades aledañas y destaca la importancia de la colaboración y la responsabilidad social en la construcción de un entorno más solidario y un futuro prometedor para las y los niños de la región.
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