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La menopausia es una etapa de la vida que todas las mujeres enfrentarán en algún momento y suele ser un proceso caracterizado por una serie de cambios físicos y emocionales. Aunque cada mujer experimenta la menopausia de manera única, su llegada suele ocurrir más o menos entre los 47 y los 53 años, siendo los 51 la edad promedio general. Además, se caracteriza por presentar síntomas progresivos, lo que permite que el cuerpo y mente puedan adaptarse paulatinamente.
Esta etapa es el último año de la menstruación y constituye, junto con la perimenopausia y la postmenopausia, las tres etapas del climaterio. Durante este proceso de transición, las mujeres pueden experimentar tres señales notorias o más significativas como, por ejemplo, cambios en la libido, fluctuaciones hormonales y alteraciones en el estado de ánimo.
En ese sentido, el Doctor Jack Pardo, ginecólogo y director de la Clínica Ginestética explica que “si se experimentan irregularidades menstruales, sofocos, sudores nocturnos y cambios en la calidad del sueño, es posible que se esté entrando en la perimenopausia. La importancia de mantener visitas regulares al ginecólogo radica en obtener orientación específica para cada situación, confirmar el diagnóstico y recibir asesoramiento sobre opciones paliativas a ciertos malestares”.
Además, el también especialista en uroginecología y cosmetoginecología señala que “los controles regulares son fundamentales para prevenir anomalías en el cuerpo y para la detección temprana de posibles problemas de salud, incluyendo la prevención de cáncer, así como también mantener una regular e informada asesoría sobre el camino hacia la menopausia, contribuyendo al bienestar general de cada mujer”.
Para identificar prematuramente si se está experimentando esta etapa de la vida, el doctor menciona tres señales notorias que suelen ser comunes en este período:
Libido y Deseo Sexual: Los cambios en la libido suelen comenzar en la mediana edad, alrededor de los 45-50 años, cuando las hormonas comienzan a fluctuar. La disminución del deseo sexual es común, y la comunicación con un profesional de la salud es esencial para abordar estos cambios.
Cambios Hormonales y Emocionales: Los síntomas hormonales, como sofocos y sequedad vaginal, a menudo comienzan en la misma franja de edad, afectando la calidad de vida de las mujeres. Además, las alteraciones en el estado de ánimo pueden surgir en esta etapa. Las opciones de tratamiento, como la terapia hormonal, pueden aliviar estos síntomas.
Cambios de Peso: A medida que las mujeres se acercan a la mediana edad, es común experimentar un aumento de grasa corporal en la región abdominal, lo que puede afectar la imagen corporal y la salud. Mantener un estilo de vida activo y una dieta equilibrada puede ayudar a gestionar este aspecto de la menopausia.
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